Esta localidad pasó a pertenecer a Burgos en 1255 por donación de Alfonso X. En 1758, la ciudad pidió permiso para vender el pueblo, y, tras diversos problemas, en 1759 Barbadillo compró al Regimiento de Burgos su autonomía concejil por 40.000 reales. Es en este año cuando se levantará el rollo como símbolo de absoluta independencia jurisdiccional.

El rollo se eleva en el centro de la plaza, frente a la iglesia, sobre cuatro peldaños cuadrados. Se compone de un fuste acanalado, resultado de la unión de dos grandes tambores. Encima del collarino sobresale un cuerpo cuadrado en el que se apoya una pirámide ligeramente rehundida en sus cuatro lados y acabada en una bola apenas perceptible. La existencia de un hierro indica que también fue utilizada como picota, colgando del mismo una argolla para los condenados.